martes, 6 de septiembre de 2011

De mis hermanas

*Primero, disculparme conmigo misma y jamás olvidar que lamentablemente mis entradas están inconclusas en su mayoría, eso es un hecho feo :/ espero poder terminar esta, porque tengo cosas lindas que decir.

Soy la mayor de 3 hermanas, sin embargo toda mi vida he sido hija única o he tenido una hermana conmigo, pero jamás olvido que soy la mayor de 3 hermanas. Mis dos hermanas menores no alcanzaron a conocerse, en el sentido de compartir tiempo juntas en vida, pero yo creo que si se conocen, son muy parecidas, sé que se quieren, tal como yo las quiero a cada una de ellas, en sus diferencias y similitudes. 

Me siento afortunada de tener las hermanas que tengo, a pesar de que Valentina falleció, yo la siento mía, sigue siendo mi hermana, la sigo queriendo y recordando, yo igual era chica , tenía 4 cuando ella nació y 6 cuando murió, como todos, tengo algunos recuerdos muy claros, situaciones en especial, pero tengo otros recuerdos muy difusos, pero la tengo siempre presente de la forma más linda.

Mis hermanas, tan bonitas las dos, que a veces hasta siento que soy la menos desarrollada de las 3, una es un ángel en el cielo y la otra un ángel en la Tierra. 

Sentí de pronto que debía escribir sobre ellas, porque son parte de mi vida, de mi día a día, y me hacen aprender siempre, no hay día en que ellas no agreguen un lindo momento a este collage de mi vida. Las dos son admirables, en su entereza, en lo heroicas que son, en la pasión con la que se entregan a lo que más quieren, en la forma tan intensa que han vivido sus pequeñas y tiernas vidas.

Estaba reflexionando, y son ellas parte de ese motor fundamental, nunca me atrevería a hacerles daño, quiero que Valeria, la que me queda viva y radiante, pueda aprender de mi, sienta mi apoyo, sienta que creo infinitamente en sus capacidades, quiero que mis hermanas, se sientan orgullosas de ser mis hermanas, porque fueron mis primeras amigas, y al final del día, ambas son las últimas a las que les doy las buenas noches.

Estaba recordando cuando cada mañana en el fin de semana, yo despertaba temprano y me iba rápidamente a despertar a la Valentina, ella era un bebé todavía, yo apenas me la podía en los brazos, así que para poder sacarla de su cuna, yo le decía: "levanta las patitas" y ella así tan chiquitita, me entendía, y lo hacía, éramos tan inocentemente felices viendo tele acostadas en mi cama, juntas, los domingos en la mañana. Pensándolo bien, ya sé porque no lloro al recordarla, o al hablar de ella, y es porque la gran mayoría de mis recuerdos de ella, son momentos felices, recuerdo su forma de hablar y aún me río de las palabras que le costaba pronunciar, de tomar su manito pequeña para jugar a la farmacia con legos, hacer tortas de barro, que me ayudaba, ella así siendo la hermana menor, también a veces tenía que ayudarme, era inteligente, sabía guardar secretos, le encantaba su chupete, cuidaba mis juguetes, con ella aprendí a compartir, no le gustaba el agua, tal vez ella ya lo sabía, qué paradójico. Hay gente que me mira con cara de pena cuando se enteran de la tragedia de mi hermanita, no saben que no lloro en público, no saben que no me incomoda el tema, es más lo que creo que les incomoda a ellos, no saben que el único gran dolor que yo llevo en mi vida y del que no quiero sanarme nunca, porque es el dolor que me permite vivir tranquila y feliz ahora, es que jamás podré ni siquiera llegar a imaginar cuanto dolor sintió mi hermanita, cuanto sufrió siendo tan pequeña, lo que pasó después de todo fue lo mejor, sé que ella está conmigo siempre y sé que algún día le tomaré su manito y la abrazaré de nuevo y la llenaré de besitos, de cosquillas, de caricias, sé que ella está tranquila, que está bien, hace ya bastante tiempo que no sufre más y qué le importa a ella el tiempo, eso nos importa a nosotros, los que estamos aquí y que somos esclavos del reloj, ella no tiene tiempo y a la vez lo tiene todo. 

Mi Vale, mi flaca, mi chica, está grande, linda, cada día más grande y más linda, entró a esa etapa en la que comienza la rebeldía, se nos vienen años difíciles con ella, pero es parte de la vida, en su esencia sigue igual, es buena persona, a pesar de todas esas cosas de la edad, me impresiona con lo integra que es como persona, la admiro, hace cosas maravillosas, es buena, pensar que es de las mejores personas que conozco y es mi hermana, yo soy solo un piso para ella, porque yo le enseño siempre lo básico, entonces ella lo llena de si misma y lo engrandece todo, es tan buena, que sabe compartir mejor que yo. Puede ser ese temor que siempre tengo a que aparezca alguien más y me quite lo que siento que es mío, que me impide compartir, a veces... pero ella no tiene ese miedo, creo que ella tiene miedo de sentirse sola, pero también sabe que nunca estará sola, sabe que yo siempre estaré con ella, una niña responsable, confiable, tenaz en la búsqueda de sus propósitos, grande desde adentro hacia afuera, no porque piense como un adulto, sé que no lo hace, sino porque se enfrenta al mundo y lo vive con fervor, a su manera, desde sus once años. La quiero mucho, ella es indispensable, incondicional para mi, yo alguna vez quisiera ser para ella, aunque sea la mitad de lo que ella es para mi y para todos nosotros como familia, llegó para salvarnos, es el alma de nuestra casa, no miento cuando digo que la vida en mi casa gira entorno a la Vale, no sé si fue ella que llegó a acompañarme a mi, para tener una hermanita a quien darle la mano para que no se caiga, con quien jugar, enseñarle a compartir, o si en realidad soy yo quien la acompaña a ella. Mi hermana, mi cómplice.

Las quiero más que a todo, lo que yo les he podido enseñar, no es nada comparado con las alegrías que me dan y todo lo que aprendo de ellas cada día.


Vale :)

Valenti :)


1 comentario:

  1. Se parece mucho a la Valeria en la foto que dejaste ahi C: Era (y es) una pequeña cosita nanai

    Te quiedo (L)

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