Pensé que iba a escribir sobre política, al fin.
Es raro. Es demasiado normal, demasiado cómodo, demasiado divertido. Es como ser una persona perfectamente feliz con la vida que elegiste, estás perfectamente equilibrada, amas a quien te ama, lo respetas, las cosas entre los dos andan bien, tienes una vida normal, pero es de lo mejor, es la mejor normalidad que se puede tener a los 21. Te relacionas civilizadamente con los que te rodean, tienes un futuro bastante promisorio, disfrutas de las cosas que haces, te ríes con risa, amas con amor, abrazas con abrazo, comes con disfrute, te tomas una cerveza rica en buena compañía un viernes en la noche. Tienes pocos, pero buenos amigos. Todo parece estar en su punto justo.
Qué pasa cuando tienes una pequeña y muy amena conversación con alguien que te hace ser tu misma, igual a la que está todos los días viviendo su vida y a la vez diferente? No es un cuestionamiento a la actualidad de la vida, es una comodidad extraña. Recordar lo vivido y que sin embargo nunca lograras conseguir la seguridad que tienes ahora, pero sentirte bien con una demostración de su afecto y darte cuenta que aún le tienes cariño, que le darías un beso y sería completamente sincero. Es un cuestionamiento a esa estupidez de buscar el desequilibrio, de reprochar lo irreprochable. Mañana todo seguirá normal, serás feliz comiendo junto al hombre que amas y besándolo, caminando tomada de su mano, pero sabes que no le comentarás que alguien te dijo que recuerda la canción tiernucha que le dedicaste, esa misma que llevabas años sin escuchar, no le comentarás que te celebró tus comentarios atinados y divertidos, que recordó los motivos que tenía para amarte y te los nombró, no le comentarás que se despidió con un "Te quiero mucho, fea! siempre serás la más fea jajaja :)" ... menos que prometió visitarte e invitarte a comer.
No necesitas nada de eso, nada de él. Sabes que nunca lo necesitaste y de todos modos el te lo brindó y lo seguirá entregando igual, aunque esté lejos, aunque no se lo pidas, aunque estén con otras personas. Entonces, por qué? y por qué te quedas pensando en eso, en lo que te dijo, en que te pareció divertido, en que cada vez que hablan recuerdan con una nostalgia tan dulce y tan luminosa todo aquél tiempo, si fue tan corto. Por qué me lo sigo preguntando? El momento actual es único, es brillante, tiene una inocencia particular, totalmente suya, y está tan bien cultivado que emociona de tanto amor y complicidad.
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