Es... no sé cómo es, me siento chica, hay un montón de cosas que no entiendo, de las que me ausento, me auto bloqueo, veo llorar a alguien y me dan ganas de llorar también, siento su pena, su sufrimiento, pero no TODA su pena y su sufrimiento, no logro captarlo por completo, volverlo mío, lloro solo una parte de su dolor, eso me ha molestado toda la vida, no soy todo lo empática que quisiera ser. No puedo solucionar ni la injusticia más cercana, siento que solo entiendo que es una injusticia, y con eso no basta, nada de lo que diga nunca bastará. Hay cosas que veo de forma demasiado inocente aún, cosas que creo que están bien, que de cierta forma están bien, pero al parecer no lo están bien del todo. Quisiera tomar un corazón roto, un alma herida, que ha sufrido con el paso del tiempo, quisiera poder solucionar un autoestima quebrado, pero no puedo.
Y a ratos paso por momentos de sincera y profunda plenitud, logro disfrutar de las cosas pequeñas, tantas cosas me andan bien o quiero pensar que andan bien, convencerme desde adentro, reírme de mi misma, cada mañana da más miedo volverse más responsable de uno mismo, pero las cosas siguen su curso, hay que manejarlas en la medida de lo posible y dejar que sigan su curso, también. Cada mañana da más miedo ser un día más grande, estar un día más perdida y sigo aquí, estoy donde mismo, sin tenerle ningún temor a lo que no conozco, cada día más asustada de lo que pensé que conocía.
Soy feliz o tal vez cada vez que me acuerdo elijo serlo, o cuando existen momentos de felicidad los estrujo al máximo, les saco hasta la última gota de risa, entonces cada vez que reviso mi vida, veo que a pesar de todo lo malo, no ha estado tan mal. De todos modos, no me quiero morir, mucho menos después de haber realizado una revisión de mi vida y descubrir que siempre he estado aquí.
Tengo unos foquitos de luz en mi vida, no quiero que se apaguen, o quizás de un tiempo a esta parte se han vuelto más tenues, hay uno que va en alza, es una fuente inagotable de un vuelo permanente, espero que nunca nadie logre opacarla, ella es demasiado potente. Hay otro foquito que le gusta alumbrar poquito, pero de forma regular, tiene una luz tibia, que pareciera poder iluminar mucho, tiene potencial, soy yo la que debe darle rienda suelta a su luz, hasta encontrar la plenitud.
Cuando me río mucho, luego quisiera poder llorar, pero cuando lloro, quisiera poder reírme con fuerza. No quiero ser una mujer equilibrada, prefiero vivir a mi manera.
Después de todo... AMO los detalles!
No hay comentarios:
Publicar un comentario