Era lo que tenía que pasar, todos lo sabíamos, ya nos dábamos cuenta, ni siquiera tenemos pena... bueno, si un poco, los papás son parte del esquema de vida que tiene uno... pero esto se veía venir, solo fuimos masoquistas al negarnos ese trocito de felicidad que todos queríamos y merecíamos alcanzar, ya éramos felices todos juntos, pero no lo suficiente y realmente esta convivencia era contra producente, nos alejaba más de la armonía.
Realmente son las 10 y media de la noche, ya estoy en pijama, estamos las 3 en pie, y realmente disfrutamos del silencio rotundo en el que estamos inmersas.
Es rescatable que solo debamos sentir la decepción estrictamente necesaria, de un paquete armado de vida que teníamos y que caducó, al parecer ahora de forma permanente. ¡Quiera Dios guardar este momento! y que las cosas queden así, sin peleas, sin gritos, sin llanto, con la decepción centrada en el contrato, en la forma, no en el fondo. Es realmente bueno no sentir decepción de nadie como persona, hasta ahora.
Fuimos, somos y seguiremos siendo el MEJOR equipo :)
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