miércoles, 15 de febrero de 2012

La excusa más cobarde es culpar al destino *

Era lo que tenía que pasar, todos lo sabíamos, ya nos dábamos cuenta, ni siquiera tenemos pena... bueno, si un poco, los papás son parte del esquema de vida que tiene uno... pero esto se veía venir, solo fuimos masoquistas al negarnos ese trocito de felicidad que todos queríamos y merecíamos alcanzar, ya éramos felices todos juntos, pero no lo suficiente y realmente esta convivencia era contra producente, nos alejaba más de la armonía. 
Realmente son las 10 y media de la noche, ya estoy en pijama, estamos las 3 en pie, y realmente disfrutamos del silencio rotundo en el que estamos inmersas.
Es rescatable que solo debamos sentir la decepción estrictamente necesaria, de un paquete armado de vida que teníamos y que caducó, al parecer ahora de forma permanente. ¡Quiera Dios guardar este momento! y que las cosas queden así, sin peleas, sin gritos, sin llanto, con la decepción centrada en el contrato, en la forma, no en el fondo. Es realmente bueno no sentir decepción de nadie como persona, hasta ahora.


Fuimos, somos y seguiremos siendo el MEJOR equipo :)

lunes, 13 de febrero de 2012

Bitch, I'm fabulous!

A pesar de que entre todas las religiones la que menos credibilidad me merece es la católica, seré madrina de un pequeño.
Ahora ya pueden bautizarlo cuando quieran, estas son de esas ocasiones en las que me aflora todo lo sex and the city e irremediablemente me carcome ese gusto por ponerle el pie encima con mi look a toda mujer que asista... ¡Ya tengo el vestido, los zapatos, el peinado y el maquillaje listo!, que bauticen cuando quieran, lo único que me falta es una cartera negra de terciopelo y como 200 grms. 


Suena frivolo, pero es mi lado femenino fashion week en su máxima expresión.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Crema del cielo

Siempre me pasa lo mismo, que le voy a hacer, parece que este es mi estilo. No miento si digo que no me importa, pero en realidad si me importa, comienza a dolerme la cabeza, me siento enferma, espero que se contagie, solo para dejar una huella tan palpable y tan obvia en él, que sea inevitable pensar que algo tiene que ver conmigo... realmente, ¿en qué momento fue que empecé a tener algo que ver con él?, ¿cuánto tiempo compartimos, cuánto nos conocemos, importa en realidad?
Estoy tranquila porque siento que finalmente hice las cosas bien, aunque a diferencia de otras veces, no tengo ni la más puta y vaga idea de qué es lo que pretendo. Me divertí tanto, me reí y desesperé, sé que no tiene mayor importancia y eso me hace disfrutarlo MÁS... esa incertidumbre de no saber si se repetirá alguna vez o ya nunca jamás y al mismo tiempo no sé si de verdad quiero que se repita o no. He decidido tan solo vivir el momento, de algún modo, muy propio, muy mío, fue tan simple como un instante y fue totalmente mío. 
Sus manos apenas rozando mi espalda, por sobre la ropa, recorriendo mi costado, mi rostro, su beso con tantas sonrisas de su boca en la mía, tomé su pelo, sus manos, su rostro, su cuello, su espalda, sus brazos, suavemente, uno al lado del otro y a la vez frente a frente, un instante... minutos que podría contar con los dedos de una mano, pero pasó lento, pasó suave, pasó como su lengua por mi boca, delicada... fue tan simple, oscuro, rápido, raudo... y tan pero tan OBVIO.